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La ternura de los lobos, de Stef Penney

5.4.16


“Si fueran a concederme un deseo, pediría que esta noche no terminara… Con tal de que yo pueda estar así, rozando con los labios un triángulo de piel cálida para que él sienta mi aliento. No merezco que se me concedan mis deseos, pero lo cierto es que poco importa si lo merezco o no…”

 Como muchos ya sabréis, entre agosto y diciembre del pasado año tuve la oportunidad de estudiar en Kingston, Canadá. Allí tuve la oportunidad de contemplar los maravillosos bosques llenos de tonos amarillos y rojos, sus lagos inacabables, de conocer a su cultura y sus encantadores habitantes y sus ciudades ordenadas y frenéticas. El libro que os traigo hoy es el último que leí allí que me queda por traeros, y lo más curioso es que, aunque toda la novela discurre en tierra canadiense, su autora, Stef Penney, escocesa, al escribirlo nunca había estado en Canadá ya que padecía agorafobia. Hoy os hablaré de La ternura de los lobos, de Stef Penney.

Norte de Ontario, Canadá, 1860. El tranquilo y remoto pueblo de Dove River se conmociona por el asesinato de Laurent Jammet, un curtido cazador y vendedor de pieles de origen francés que mantenía una vida misteriosa y apartada del pueblo, y la simultánea desaparición de Francis, un reservado adolescente, cuyas huellas indican que fue a la cabaña de Laurent y se adentró al bosque. Todo el pueblo da por hecho que Francis es el asesino, todo el pueblo menos su madre, la señora Ross, la protagonista de esta historia que, ante la pasividad de su marido, decide seguir las huellas de su hijo hacia las tierras heladas y salvajes, junto con un cazador indio mestizo, también sospechoso del asesinato, para encontrar a Francis, saber qué ha sucedido y demostrar su inocencia. 

Para escribir este libro Stef Penney consultó numerosos mapas y libros de la Biblioteca Británica y, pese a no haber pisado nunca Canadá, todos los críticos e historiadores alabaron sus descripciones y su veracidad histórica. Penney, de hecho, empezó escribiendo este libro como un guion cinematográfico, pero, al empezar a escribir la historia la llevó hasta convertirse en una novela. De los libros que leo, una crítica muy común que hago son las novelas que adoptan un contenido totalmente cinematográfico, sin aprovechar las ventajas que tiene la literatura y el cine no. En este caso Stef Penney coge lo mejor de ambos mundos; del cine el ritmo rápido y absorbente, de adrenalina constante sin entrar en descripciones que limitan la imaginación del lector, y de la literatura la profundidad y la introspección en el mundo de sus personajes. Por ejemplo, Dove River, una población ficticia de colonos escoceses, no es descrita en ningún momento, así como tampoco el paisaje inhóspito que cruza la señora Ross en su odisea, más allá de los bosques interminables, la nieve abundante y el frío omnipresente. Sin embargo, yo me hice una imagen muy clara del pueblo, sus casas, sus calles, sus gentes, los paisajes…


 La narración se compone de dos voces que se van alternando; por un lado, la parte más íntima, más cercana, la de la señora Ross que, en primera persona, relata su viaje y sus inquietudes, por otro un narrador omnisciente que nos cuenta qué sucede más allá de la mirada del protagonista. Este contraste lo encontré acertado, ya que todo el libro narrado por la señora Ross podría haber llegado a cansar, y esto lo evitó.

Stef Penney introduce al lector al mundo de “El renacido”, la película que le ha dado el Oscar a Leonardo Dicaprio cuyo final no me gustó por falto de toda gracia o sorpresa, pero cuyo mundo me atrapó desde el primer momento. Esas tierras vírgenes infinitas pero mortíferas, el silencio que impera en las tundras nevadas e inextinguibles, los tramperos y cazadores recios, abrigados y sucios, los indios mohawks i chippewas, mestizos e inmigrantes con cara de pocos amigos, sigilosos y solitarios, los rastreadores incansables. Además, la autora incorpora elementos históricos (como por ejemplo la hegemonía de la Hudson Bay Company) como elementos poco comunes en este tipo de historias (los poblados de cristianos puritanos noruegos, la homosexualidad, los raptos de los indios de niños blancos, etc).

Además, todos sus personajes -absolutamente todos- están elaborados impresionantemente. Cabe destacar por un lado a la señora Ross, heroína feminista que ante la cobardía y/o indiferencia de su marido decide adentrarse a lo salvaje por amor a su hijo, una mujer valiente, luchadora e imparable que, por la época y la sociedad en la que vive, reprime sus sentimientos y sus emociones. Hubo momentos que incluso me recordó a Hester Prynne de La letra escarlata. En definitiva, un libro que he disfrutado mucho. Una mezcla de novela histórica, de misterio y thriller que atrapa al lector desde la primera página y lo mantiene enganchado hasta la última. Sencillamente no podía dejar de leer. Es de estas novelas que no quieres acabar. Dove River me ha conquistado. He oído que la novela en la que se basa “El renacido” no es demasiado buena, cosa que no puedo confirmar porque no la he leído, sin embargo, si os gustó esta oscarizada película no dejéis pasar esta novela.






13 comentarios

  1. Nunca he leído ninguna novela ambientada en Canadá y la verdad es que siempre me gusta leer sobre sitios nuevos por que es como viajar sin moverse de casa! Me apunto el título y la recomendación!! Os invito a pasar por mi blog! Www.savingmemories-blog.blogspot.com

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  2. No me apetece nada ver "El renacido", por mis fobias con Dicaprio y porque encima dices que la novela en la que se basa la historia no es nada del otro mundo. Pero sí que tengo esta novela apuntada en mi lista de pendientes desde que mi amiga Isi me la recomendó. Ahora nos hablas tú de ella y se confirman mis sospechas: tengo que viajar a Canadá de la mano de Penney (que curioso que el hombre no pisara esas tierras y acertara tanto con la ambientación, eso dice mucho sobre sus buenas dotes de escritor). Bss

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  3. Es un escenario que siempre me ha llamado la atención y te odio profundamente por haberlo disfrutado (muy en el fondo, me alegro por ti). Lo curioso es que no he leído apenas libros ambientados en ese país, así que por lo que veo esta sería una buena opción.

    Un abrazote.

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  4. Pues he comentado esta mañana temprano y no se porqué no se ha publicado.
    Te decía que lo leí al poco de su publicación y me gustó muchísimo. Destacaría las descripciones de oaisajes y como tu comentas, los personajes,son magníficos.
    Un saludo

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Pues tendré que viajar a Canadá con este libro, que me has dejado con muchas ganas.
    Besotes!!!

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  7. pueeeeeeeeeeeees como q tengo otros q me llaman mas x)
    un beesito

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  8. No he visto la película y no sé si me anime, aunque tal vez... El libro me llama la atención, no demasiado pero sí, y podría aventurarme con él si pudiera conseguirlo en algún lado, pues se ve que es para disfrutar desde la primera a la última página.

    Nos leemos, saludos!

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  9. ¡Hola!
    Me parece curioso que la autora ambientara la novela en un lugar que nunca pudo visitar. Me gusta que la narración sea desde dos puntos de vista, creo que así se puede conocer mejor la historia al completo.
    El renacido me gustó muchísimo, además los escenarios de la película me parecieron increíbles.
    Me lo llevo apuntado.
    Un beso

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  10. Me parece que yo tampoco he leído ninguna novela situada en este país. Es muy curioso que la autora jamás visitase Canadá y contextualizase allí su obra. Me la apunto.
    Saludos:)

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  11. Me ha llamado muchísimo la atención lo que has contado de la agorafobia, hace que valore muchísimo más el trabajo de la autora.
    Este es el tipo de libro que me suele gustar, así que me lo llevo sin dudar
    Besos

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  12. Oooohhhh me gusta!!!
    Me llama sobretodo por la temática =)

    Besotes

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  13. Me llama todo lo que cuentas de él, la época (el género western me chifla), los momentos cinematográficos combinados con los de introspección... Me picaste la curiosidad por saber cómo termina.
    Por cierto, geniales fotografías, esos bosques parecen el lugar idóneo para abstraerse por unas horas del mundo.

    Un abrazo ;)

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