Para acabar con Eddy Bellegueule, de Édouard Louis
8.4.15«Salí corriendo de repente. Sólo me dio tiempo a oír a mi madre, que decía "Pero ¿qué hace ese idiota?" No quería estar con ellos, me negaba a compartir con ellos ese momento. Yo estaba ya lejos, había dejado de pertenecer a su mundo, la carta lo decía. Salí al campo y estuve andando gran parte de la noche: el ambiente fresco del norte, los caminos de tierra, el olor de la colza, muy intenso en esa época del año. Dediqué toda la noche a elaborar mi nueva vida, lejos de allí.»
No acostumbro a leer autobiografías, soy de los que creen que resulta extremadamente difícil para una persona -por su falta de objetividad- decidir qué anécdotas de su vida son relevantes y cuales no para el lector. También está la tentación del autor de aprovecharse de su posición de dominio para decorar su pasado, acabando por escribir un libro de la vida que le hubiera gustado tener y no de la que efectivamente ha vivido. Pero de vez en cuando se atisba una estrella en este cielo oscuro y aparecen autobiografías diferentes, de gente diferente que sabe muy bien lo que quiere contar de su experiencia, autobiografías que superan cualquier libro de ficción haciendo tangible la dicha de que la realidad supera la ficción. Hoy os traigo Para acabar con Eddy Bellegueule, de Édouard Louis.
Una niño nace en un barrio pobre de una sucia ciudad del norte de Francia. Los que nacen allí ya tienen el destino escrito: estudiarán para que sus familias reciban las correspondientes ayudas económicas y al crecer irán a trabajar hasta la jubilación a la fábrica que da empleo a la mayoría de la población. Los hombres se casan con las mujeres, beben cerveza, reniegan y van a trabajar. Las mujeres se casan con los hombres, se hacen cargo de la casa, de los niños y de los maridos que llegan cansados de la fábrica. Esta rígida línea vital no es discutida por nadie, todo el mundo la conoce, la respeta y rechaza a los que no la siguen. Pero este niño que nace, Eddy, el primero de la familia Bellegueule, es diferente. Desde pequeño habla y se mueve como una mujer, no le gusta el deporte y sus sueños se atreven a ir más allá del pueblo y la fábrica. Extraño, raro, afeminado, desviado, invertido, marica, bujarrón, gay, mariposa, perpetua vergüenza de su familia. Este es el libro con el que Édouard Louis consiguió dejar atrás los oscuros recuerdos de su pasado y enterrar para siempre a Eddy Bellegueule.
"Esto es real". No me lo podía dejar de repetir mientras leía este libro. "Esto ha pasado, es real, no se trata de una novela, sin colorantes ni conservantes". No estamos hablando de la Edad Media, sino de un hombre que hoy tiene veintidós años, uno más que yo. Hay partes del relato extremadamente duros que me encogieron el corazón, que me hicieron tener una sensación extraña en el estómago, que me marearon levemente. Además, el relato se divide en cortísimos capítulos que aún lo hacen más intenso. Y lo peor de todo es que es real, y si no me hubieran dicho que es una autobiografía lo habría sabido igualmente, pues nadie puede escribir esto sin haberlo vivido en primera persona.
Tampoco cae en los males de las autobiografías. En la narración se respira una transparencia absoluta, incluso cierta neutralidad. El autor no juzga a nadie, este libro no se trata de una ofensiva ni una venganza. Ningún rencor. Narra en primera persona pero a la vez alejado de su alter ego del pasado. Como si Eddy Bellegueule fuera otra persona diferente a Édouard Louis. Cuando comparte alguna opinión o algún juicio siempre proviene de Eddy. Tampoco cae en el vicio de la vanidad, no se molesta en justificar continuamente sus errores, sus preocupaciones o sus deseos. No se alarga con otros datos de su vida que no sean imprescindibles para comprender su encarnizada pugna para seguir adelante, para ser él mismo y huir de la jaula en la que nació.
En conclusión, una historia que les sonará no solo a los homosexuales, sino a todos aquellos que se salen de la plantilla que la sociedad tiene preparada para sus ciudadanos. Pero además agravada por el hecho de que el protagonista nace y vive en un entorno pobre, ignorante y, por lo tanto, muy cerrado en según qué temas. Un relato se superación, lucha constante y supervivencia. Una novela que no se lee, se vive a flor de piel, se sufre, quema. No os voy a contar más, quiero que los que ya habéis decidido leer este libro os enfrentéis a él sin saber más de lo que digo en esta reseña.
14 comentarios
Hola, había leído tu entrada anterior pero se me olvidó comentarlo. ¡Muy bien Diana! (m-u-y b-i-e-n).
ResponderEliminarSabes, no suelo leer reseñas, porque no encuentro un blog determinado. Un blog que reseñe libros que me llamen la atención. Me cansan las reseñas de libros nuevos, que envían las editoriales, y esas cosas. Encima, en muchos no observo calidad. Y con calidad me refiero a muchas cosas. Sin embargo, con el tuyo me pasa todo lo contrario. Me fascinan los libros que vas reseñando. Me gusta como los reseñas, tus críticas tan tuyas y sin que sean muy extremas (sin ofender de una forma poco agradable al lector). Me gusta como te expresas. Me gusta tantas cosas. Me gusta la voz que le pones a tus reseñas. Así que cuando no tengo tiempo (cosa que es muy normal en mi vida), leeré tus reseñas únicamente. >.<
Vaya, al final no he comentado nada sobre esta entrada, pero tampoco creo que podía decir mucho más. Ah, claro, ¡me apuntaré el libro! (espero que no se me olvide).
Me sonaba de oídas, hay varios puntos que me atraen como que sea una historia de superación y que sea real...y a pesar de que parece duro me apetece mucho leerlo.
ResponderEliminarUn beso!
No me llamaba nada, eso sí la foto es preciosa
ResponderEliminarpero bueno, tras leer tu reseña me has medio convencido
lo apunto
un beesito
Lo leeré pero con pinzas. Las autobiografías tienen el problema que mencionas en la reseña- exageran o incluso directamente se inventan las cosas. Como Kosinski en su "Pájaro pintado". Es muy fácil que se conviertan en películas de sobremesa "basadas en hechos reales" (a propósito, ¿hay hecho que no sean reales?). Saludos
ResponderEliminarMuy buena reseña, muy interesante, pero no suelo leer autobiografias, precisamente por lo que dices, porque es real.
ResponderEliminarNo es tampoco la autobiografía un género que me guste, pero esta vez me has picado la curiosidad. Quizás si me tropiezo con este libro, le dé una oportunidad.
ResponderEliminarBesotes!!!
Creo que leí una entrevista que le hicieron en El País y desde entonces le tengo el ojillo echado. Después he leído reseñas como esta, que te dejan los dientes largos... Así que lo leeré :) Tiene pinta de que me gustará.
ResponderEliminar(La canción es genial :)
¡Un saludo!
A mi no me molesta que sea autobiografia :) a decir verdad me interesan!
ResponderEliminarAunque la biografía o la autobiografía son géneros que no me llaman la atención, quizás a este le daría una oportunidad, más que nada por lo que nos cuentas. Besos.
ResponderEliminarJusto hará unos días que me enteré de la existencia de este libro y me puse a investigar un poco del autor. Con tu reseña, me han dado ganas de leerlo y espero pueda hacerlo pronto.
ResponderEliminarNo es que me gusten mucho este tipos de historias pero sabiendo que esto de verdad pasó, ya lo veo desde una perspectiva diferente.
Gracias por la reseña.
Saludos :D
Es un libro precioso, imprescindible incluso en muchos sentidos. Así somos, asi tratamos o así nos tratan...
ResponderEliminarBesos
Uf lo necesito! Pinta genial la verdad, así que muchas gracias por tu reseña.
ResponderEliminarBesos :)
Creo que no debemos hablar de una autobiografía sino de una novela basada o inspirada en hechos reales o retazos de una vida real. Son recuerdos, duros, de su infancia y juventud sin hilo... Yo La he leído y tengo que decir que es dura desde la primera página pero muy, muy conmovedora. Me parece que es un reto muy fuerte para un escritor hacer lo que ha realizado este chico galo. Por ahora la recomiendo por que es un grito hacia la libertad de las personas en nuestra sociedad. No sólo hacia los gays sino hacia todos. Un 10...
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarPues a mí sí que me van las autobiografias y como no he terminado el reto de Serendipia recomienda (¡oh, pecadora!) espero hacerme con el libro, un besote.