La vergüenza de la humanidad.
Voces de Chernóbil, de Svetlana Alexievich
8.12.15
"Le salían por la boca pedacitos de pulmón, de hígado. Se ahogaba con sus propias vísceras. Me envolvía la mano con una gasa y la introducía en su boca para sacarle todo aquello de dentro. ¡Es imposible contar esto! ¡Es imposible contar esto! ¡Es imposible escribirlo! ¡Ni siquiera soportarlo!... Todo esto tan querido… Tan mío… Tan… No le cabía ninguna talla de zapatos. Lo colocaron en el ataúd descalzo."
"El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas". Apocalipsis de San Juan (8:10 y 11). Cuando uno oye hablar de las terribles consecuencias del incendio en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin del veintiséis de abril de mil novecientos ochenta y seis es difícil no recordar la profecía de San Juan. No lo digo porque Chernóbil signifique Ajenjo en ruso -curiosa casualidad que he descubierto a posteriori- sino por el infierno que desató.
Durante una prueba de simulación de un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el cuarto reactor de la central nuclear produjo un sobrecalentamiento del núcleo que derivó a la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. La cantidad de materiales radiactivos que se liberó con dicha explosión fue quinientas veces mayor que el liberado por la bomba atómica de Hiroshima y, aunque la central se encontraba en la actual Ucrania, debido a los vientos de esos días, Bielorrusia recibió el 60% de la radiación. Aún hoy un tercio de este país sigue contaminado.
Aquel día los bomberos fueron alertados de que había un incendio ordinario en la central. Se dirigieron allí completamente desinformados y desequipados, exponiéndose a unos niveles letales de radiación, evitando la explosión de los demás reactores, que habría desembocado en una catástrofe aun mayor que habría afectado a toda Europa.
Estamos en la Unión Soviética de Gorbachov, en el punto álgido de la Guerra Fría con Estados Unidos. Los soviéticos confían en la fuerza invencible del sistema comunista, en la valentía de su gente y la victoria eterna de la nación más grande del mundo. La gente le quita importancia al accidente. Solo es un incendio. Está todo controlado. La gente se los cree. La vegetación de Chernóbil brilla en primavera, sus aguas cristalinas siguen igual, el cielo azul no augura ningún peligro. Están convencidos de que todo es un argucia de los capitalistas para sembrar el pánico, para dividir a la indisoluble nación soviética.
Sin embargo el aliento de la muerte se extiende imperceptible por las tierras de los campos, por las aguas del río. Se mete en los alimentos, en los animales, en las personas. Nadie sabía nada, y los hombres se presentaban voluntarios para ir a trabajar en descontaminar las zonas más afectadas sin protección alguna, las mujeres limpiaban sus ropas radiactivas con las manos y les daban leche contaminada a sus hijos, que se revolcaban por la hierba y el río radiactivos. Una voz de las que resuenan entre las páginas de este libro es la de un científico que se dio cuenta de lo que pasaba e intentó de todas la maneras que las autoridades informasen a la gente de la situación para que dejaran de exponerse a la radiación, para que se tomaran pastillas de yodo, para que huyeran y salvaran a los suyos. "¡Pero nadie nos escuchaba! Ni a los científicos, ni a los médicos. La ciencia estaba al servicio de la política; la medicina, atrapada por la política."
De forma instintiva siempre he eludido Chernóbil, nunca me he interesado especialmente por el tema ni he buscado información sobre esta catástrofe medioambiental cuyas consecuencias no desaparecerán hasta miles y miles de años. Algo en mi mente rechazaba saber más de este accidente y de los cuerpos amorfos de sus víctimas. No se trata solo del fracaso y la vergüenza de la Unión Soviética, también es el fracaso y la vergüenza eterna de la humanidad. La prueba es que yo, que nací siete años después de estos sucesos, me siento coresponsable por el solo hecho de formar parte de la raza humana.
Supongo que Svetlana Alexievich, escritora bielorrusa ganadora del último Premio Nobel de la Literatura, también tuvo en algún momento el instinto de permanecer ignorante a este agravio irreparable de la humanidad y dirigir su mirada al lado hermoso de nuestra Historia, o sino de hablar sobre temas políticos y sociales, problemas sin la magnitud de este desastre nuclear. Pero un buen periodista sabe que su responsabilidad es poner micrófono a las voces de Chernóbil. ¡Y con qué maestría lo hace! El libro se compone de monólogos, de voces, y cada voz explica su historia, su relación con Chernóbil: la esposa de un bombero o de un liquidador que murió por la radiación, un profesor, un hombre que organizó ayudas para las víctimas, un médico, niños, un ingeniero jefe del Instituto de Energía Nuclear, un operador de cine... Todas estas personas recuerdan y relatan las tragedias y las adversidades que han tenido que pasar: la ignorancia absoluta en el momento del desastre, sus recuerdos de esos días, la posterior muerte de seres queridos, de inocentes, las consecuencias crónicas en la salud de los que sobreviven, la marginación y el aislamiento por parte del resto del mundo...
Voces de Chernóbil baila en el límite del ensayo periodístico y la narración. Svetlana Alexievich consigue eliminar la distancia y el tiempo que nos separa de este macabro suceso, de la ignomia de la humanidad, de Chernóbil. Agarra al pusilánime lector y lo enfrenta a esas voces desdichadas y olvidadas. No os voy a mentir, es un libro intenso y muy duro. Después de estar un rato leyéndolo es fácil caer en un estado de melancolía y desaliento, de tirar el libro por la ventana y ponerse a leer el mundo dulce de Albert Espinosa, pero, en mi opinión, es nuestro deber no querer permanecer ignorantes a estos hechos, es nuestra responsabilidad escuchar estas voces.
“El hombre ha inventado una técnica para la que aún no está preparado. No está a su nivel. ¿Es posible darle una pistola a un niño? Nosotros somos unos niños locos. Pero esto son emociones y yo me prohíbo dejarme llevar por las emociones.”
Estamos en la Unión Soviética de Gorbachov, en el punto álgido de la Guerra Fría con Estados Unidos. Los soviéticos confían en la fuerza invencible del sistema comunista, en la valentía de su gente y la victoria eterna de la nación más grande del mundo. La gente le quita importancia al accidente. Solo es un incendio. Está todo controlado. La gente se los cree. La vegetación de Chernóbil brilla en primavera, sus aguas cristalinas siguen igual, el cielo azul no augura ningún peligro. Están convencidos de que todo es un argucia de los capitalistas para sembrar el pánico, para dividir a la indisoluble nación soviética.
Sin embargo el aliento de la muerte se extiende imperceptible por las tierras de los campos, por las aguas del río. Se mete en los alimentos, en los animales, en las personas. Nadie sabía nada, y los hombres se presentaban voluntarios para ir a trabajar en descontaminar las zonas más afectadas sin protección alguna, las mujeres limpiaban sus ropas radiactivas con las manos y les daban leche contaminada a sus hijos, que se revolcaban por la hierba y el río radiactivos. Una voz de las que resuenan entre las páginas de este libro es la de un científico que se dio cuenta de lo que pasaba e intentó de todas la maneras que las autoridades informasen a la gente de la situación para que dejaran de exponerse a la radiación, para que se tomaran pastillas de yodo, para que huyeran y salvaran a los suyos. "¡Pero nadie nos escuchaba! Ni a los científicos, ni a los médicos. La ciencia estaba al servicio de la política; la medicina, atrapada por la política."
De forma instintiva siempre he eludido Chernóbil, nunca me he interesado especialmente por el tema ni he buscado información sobre esta catástrofe medioambiental cuyas consecuencias no desaparecerán hasta miles y miles de años. Algo en mi mente rechazaba saber más de este accidente y de los cuerpos amorfos de sus víctimas. No se trata solo del fracaso y la vergüenza de la Unión Soviética, también es el fracaso y la vergüenza eterna de la humanidad. La prueba es que yo, que nací siete años después de estos sucesos, me siento coresponsable por el solo hecho de formar parte de la raza humana.
Supongo que Svetlana Alexievich, escritora bielorrusa ganadora del último Premio Nobel de la Literatura, también tuvo en algún momento el instinto de permanecer ignorante a este agravio irreparable de la humanidad y dirigir su mirada al lado hermoso de nuestra Historia, o sino de hablar sobre temas políticos y sociales, problemas sin la magnitud de este desastre nuclear. Pero un buen periodista sabe que su responsabilidad es poner micrófono a las voces de Chernóbil. ¡Y con qué maestría lo hace! El libro se compone de monólogos, de voces, y cada voz explica su historia, su relación con Chernóbil: la esposa de un bombero o de un liquidador que murió por la radiación, un profesor, un hombre que organizó ayudas para las víctimas, un médico, niños, un ingeniero jefe del Instituto de Energía Nuclear, un operador de cine... Todas estas personas recuerdan y relatan las tragedias y las adversidades que han tenido que pasar: la ignorancia absoluta en el momento del desastre, sus recuerdos de esos días, la posterior muerte de seres queridos, de inocentes, las consecuencias crónicas en la salud de los que sobreviven, la marginación y el aislamiento por parte del resto del mundo...
Voces de Chernóbil baila en el límite del ensayo periodístico y la narración. Svetlana Alexievich consigue eliminar la distancia y el tiempo que nos separa de este macabro suceso, de la ignomia de la humanidad, de Chernóbil. Agarra al pusilánime lector y lo enfrenta a esas voces desdichadas y olvidadas. No os voy a mentir, es un libro intenso y muy duro. Después de estar un rato leyéndolo es fácil caer en un estado de melancolía y desaliento, de tirar el libro por la ventana y ponerse a leer el mundo dulce de Albert Espinosa, pero, en mi opinión, es nuestro deber no querer permanecer ignorantes a estos hechos, es nuestra responsabilidad escuchar estas voces.
“El hombre ha inventado una técnica para la que aún no está preparado. No está a su nivel. ¿Es posible darle una pistola a un niño? Nosotros somos unos niños locos. Pero esto son emociones y yo me prohíbo dejarme llevar por las emociones.”
La habilidad del ser humano de olvidar lo triste puede ser la mejor de nuestras virtudes y el peor de nuestros defectos. Debido al accidente de la central nuclear Fukushima I en Japón el 11 de marzo de 2011 debido a un sismo, el segundo desastre nuclear de la Historia, muchos países empezaron a plantear abandonar progresivamente la producción de energía nuclear para crear electricidad. Uno de los países más entregados a esta iniciativa es Alemania, cuyo parlamento aprobó el apagón nuclear para el 2022. Otros países planean el abandono de la energía nuclear, aunque a más largo plazo. En España el susto de Fukushima se limitó al cierre de tres centrales nucleares y más requisitos de seguridad para los siete reactores nucleares que siguen en funcionamiento.
Y vosotros, ¿estáis a favor de que España -y el mundo- abandone definitivamente la energía nuclear?
¿Qué libro estáis leyendo?
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13 comentarios
Gran reseña, sin duda un libro al que acercarse, un beso
ResponderEliminarUn libro muy duro, pero todos los libros de Alexiévich son así. Ya sabes qué te espera si te acercas a "La guerra no tiene rostro de mujer", que me parece es el siguiente en salir en castellano.
ResponderEliminarbesos
Una lectura muy muy interesante =)
ResponderEliminarBesotes
Lo tengo apuntado para tu reto y me parece una lectura muy interesante
ResponderEliminarespero sincramente que me guste
un beesito
espero leerlo pronto. como no leer a una colega xD
ResponderEliminarDe Chernobil he visto muchos documentales y reportajes cada vez que echan alguno por la tele. Pero no he leído ningún libro. Así que me llevo tu recomendación de hoy.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola!
ResponderEliminarTu huiste de Chernobil, pero yo estuve obsesionada un buen tiempo con la tragedia. No sé, me vi tanto documental apareció y me maravillé de la energía nuclear y su poder. Chernobil para mí siempre fue una tragedia más grande que Hiroshima y nunca entendí por qué: ambos son terribles, pero no sé, supongo que uno es humano (Hiroshima) y puedo entenderlo, pero Chernobil fue sólo un accidente y sus consecuencias las causaron la confusión y el desconocimiento. No puedo entenderlo del todo y este libro no hace sino que confirmarmelo. Buscar respuestas en Chernobil no funciona de mucho. Los datos y los números no van a arreglar ninguna de las ciudades abandonadas.
Nea.
Es Dr.EBHOSE usted puede email él si necesita ayuda en su relación ebhodaghespell@gmail.com
ResponderEliminarTe prometo que sus problemas se resuelven de inmediato. Después de estar en
relación con él durante siete años, me dejó, yo hice todo
¿Podré yo hacerle volver atrás, pero todo fue en vano. Quería
por el amor que siento por él, suplicó, pero él se negó hasta
explicado mi problema con alguien en línea y ella me sugirió que debería
más bien por correo un lanzador de conjuros que me podría ayudar a un hechizo que le trajera
espalda, pero soy el tipo que nunca creyó en hechizos, no tenía más remedio que
Pruébalo, enviado al taumaturgo, dije no hay problema
todo estará bien dentro de tres días, mis ex vuelven a mí
dentro de los tres días, el hechizo fue lanzado y, sorprendentemente, en el segundo día,
que fue alrededor de las 4:00 pm. Mi ex me llamó, yo estaba tan sorprendido, respondió el
llaman y todo lo que dijo fue que estaba tan mal por todo lo que pasó,
quería volver a mí, que me encanta tanto. Yo estaba tan feliz y
sorprendido. Desde entonces, he hecho la promesa de que todos los que conocemos la voluntad
nunca tienen un problema de relación, que me voy a referir al hechizo
lanzador para ayudar. Cualquier persona puede necesitar la ayuda de la máquina de colada, su
email ebhodaghespell@gmail.com
También hizo muchos hechizo-like,
(1) quiere que su ex atrás.
(2) Usted siempre tiene pesadillas.
(3) Para ser promovido en su oficina
(4) ¿Quieres un niño.
(5) ¿Quieres ser rico.
(6) quieren mantener su esposo / esposa a ser solo tuya para siempre.
(7) la necesidad de asistencia financiera.
8) ¿Quieres estar en control de que el matrimonio
9) ¿Quieres ser atraído a la gente
10) La falta de hijos
11) ¿NECESITA UN ESPOSO / ESPOSA
13) Cómo ganar su LOTERÍA
14) HECHIZO DE PROMOCIÓN
15) HECHIZO DE PROTECCIÓN
16) HECHIZO DE NEGOCIO
17) BIEN TRABAJO HECHIZO
18) cura para cualquier enfermedad / H.I.V.
Póngase en contacto con él hoy en: ebhodaghespell@gmail.com
Hola, Jan.
ResponderEliminarYa era hora que comentaras un libro enmarcado en tu reto sobre la reciente premio Nobel.
Desde que lanzaste tu reto no hizo más que animarme a leer su obra. Ahora, con tu post, advierte que es un libro crudo y por ello difícil de sostener su lectura. No obstante, no podemos tapar nuestra historia.
Saludos,
Y un venturoso 2016
Leí otra reseña tuya sobre otro libro de esta autora y me has dejado con ganas. No sé cuando podré permitirle leer a esta autora, pero espero hacerlo pronto. Un saludo!
ResponderEliminarBABA KAKUTA te da la Bienvenida
ResponderEliminarMi nombre es BABA KAKUTA y soy un lanzador profesional de hechizos tradicionales, especializado en todos los campos de Amor, Dinero, Poder, Éxito, Enfermedad, Suerte y Artesanía de brujas. Puedo ayudarte con cualquier problema o
Deseo que usted pueda tener. Tengo más de 20 años de experiencia en el campo de Spell Casting / Spiritual Healing. A lo largo de los años he trabajado para miles de clientes en más de 22 países en todo el mundo. Mis servicios son enormemente en la demanda que es una prueba del éxito que estoy logrando en un día a día. ¿Tiene problemas de amor / problemas que necesita resolver? Tenemos una variedad de hechizos de amor que cambiarán tu vida para siempre. ¿Ha perdido un ser querido? ¿Estás enamorado de alguien que no parece preocuparte por ti? ¿Es tu amor enamorado de otra persona? Llámame AHORA y voy a convocar todos mis poderes para hacer realidad tus sueños. ¿Estás luchando para llegar a fin de mes? ¿Está experimentando una crisis financiera y no puede pagar todas sus facturas? Se lo que se siente. Déjame ayudarte lanzando uno de mis codiciados hechizos de dinero. Puedo ayudarle a aumentar sus ingresos, la tierra que el trabajo que busca, ayudarle a lograr el éxito en muchos campos, mejorar su suerte, y mucho más ... ¿Está viviendo en constante temor? ¿Necesita un hechizo de protección? Llámame ahora y haré un
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Hola por segunda vez.
ResponderEliminarEs que justamente terminé este libro hace un par de días y tengo la reseña pendiente. Pero guau, me ha encantado esta entrada. Enhorabuena porque tienes un estilo de escritura que es una pasada, por no hablar de las fotos tan originales que haces de los libros!
Qué te puedo decir, tuve las mismas sensaciones que tú al leerlo. Aunque se me hizo algo denso, fue una lectura de lo más enriquecedora.
Buf, abandonar la energía nuclear? Pues creo que no tengo la suficiente información como para dar una opinión al respecto, pero creo que, aunque tuviese miles de ventajas, al final creo que pesarían más los intereses económicos de unos cuantos, como de costumbre.
Saludos, Jan!
BIENVENIDOS AL TEMPLO DE BABA KAKUT AWHERE TODOS LOS PROBLEMAS SON SOLUCIONADOS EN 3 DÍAS CON LA AYUDA MIS DIOSES.
ResponderEliminarAbajo están mis servicios:
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