Matar a un ruiseñor, de Harper Lee
20.10.15«— Prefiero que disparen a las latas vacías en el patio trasero, pero sé que ustedes van tras los pájaros. Dispara a todos los pájaros azules que quieras, si es que les puedes acertar, pero recuerda que es un pecado matar un ruiseñor.
Ese fue el único momento que escuché a Atticus decir que era un pecado hacer algo, y le pregunté a la señorita Maudie al respecto.
- Tu padre tiene razón-, me dijo ella. Los ruiseñores no hacen otra cosa que crear música para que la disfrutemos. No se comen los jardines de la gente, no hacen nidos en los graneros, no hacen otra cosa que cantar su corazón para nosotros. Es por eso que es un pecado matar a un ruiseñor.»
No he visto la película. Oportunidades no han faltado, pero siempre lo he atrasado para leer el libro antes. Sabía que era un clásico y, aunque no sabía muy bien de qué trataba, hacía tiempo ya que esperaba este hermoso ejemplar en mi estantería. Fue cuando su autora, Harper Lee, cincuenta años después de que su obra, ganadora del Premio Pulitzer, viera la luz, anunciara la publicación de su secuela, cuando decidí no postergar más esta lectura tan imprescindible como El guardián entre el centeno. Hoy os traigo Matar a un ruiseñor, de Harper Lee.
A Atticus, abogado viudo y padre de dos hijos, le es encargado defender a un hombre de color acusado de violar a una mujer blanca. Estamos en el pueblo ficticio de Maycombe, cuya población, cerrada, ignorante, conservadora y absolutamente racista no necesita prueba alguna cuando un blanco acusa a un negro. Seguro de la inocencia del acusado, fiel a sus valores y arriesgándolo todo Atticus se propone defenderlo de verdad.
Lo mejor del libro es, sin duda, el punto de vista desde el que se sigue el proceso; la narradora, Scout, la hija menor de Atticus. Una niña con carácter, una voz que aporta una frescura, una neutralidad y una pureza al texto sencillamente impresionante. Atticus, a través de incluso las más pequeñas acciones trata de dar a sus hijos los valores como la solidaridad, la igualdad y la generosidad. A través de la perspectiva inocente -y limpia aún de prejuicios sociales- de la narradora el racismo, generalizado en Maycombe, pierde toda razón de ser. Atticus, y por extensión sus hijos, son marginados, insultados y amenazados por defender a un negro, y aun así no se rinden.
No es fácil ponerse en la piel de una niña, pero Harper Lee lo consigue con creces. No le da más importancia al tema del juicio que otra niña en su situación. Así pues, el relato no se centra solo en este tema sino que también abarca las fantasías, las dudas, los enfados, los miedos, los amistades, las enemistades y el crecimiento de una niña normal y corriente. También adapta un vocabulario sencillo y ágil en el relato, cosa que hace fácil la lectura de este libro.
Esta historia nos debería enseñar a ser críticos, a pensar, a tener nuestra propia opinión sobre las cosas y a no aceptarlas cuando no tienen sentido para nosotros, por mucho que la multitud insista en lo contrario. Porque la Historia ha demostrado una y otra vez que la gran mayoría de la sociedad no tiene ni la actitud, ni la independencia, ni la valentía que Atticus tiene en esta historia.
En conclusión, un clásico rápido de leer, pero cuyo mensaje no es solo contra el racismo sino también contra los estúpidos prejuicios que la sociedad mete en nuestra cabeza. La perspectiva de Scout aporta una sencillez en la forma de observar todo lo que sucede a lo largo de la novela que hace que el mensaje sea aún más tangible y directo. Sin duda voy a leer la secuela.
A Atticus, abogado viudo y padre de dos hijos, le es encargado defender a un hombre de color acusado de violar a una mujer blanca. Estamos en el pueblo ficticio de Maycombe, cuya población, cerrada, ignorante, conservadora y absolutamente racista no necesita prueba alguna cuando un blanco acusa a un negro. Seguro de la inocencia del acusado, fiel a sus valores y arriesgándolo todo Atticus se propone defenderlo de verdad.
Lo mejor del libro es, sin duda, el punto de vista desde el que se sigue el proceso; la narradora, Scout, la hija menor de Atticus. Una niña con carácter, una voz que aporta una frescura, una neutralidad y una pureza al texto sencillamente impresionante. Atticus, a través de incluso las más pequeñas acciones trata de dar a sus hijos los valores como la solidaridad, la igualdad y la generosidad. A través de la perspectiva inocente -y limpia aún de prejuicios sociales- de la narradora el racismo, generalizado en Maycombe, pierde toda razón de ser. Atticus, y por extensión sus hijos, son marginados, insultados y amenazados por defender a un negro, y aun así no se rinden.
No es fácil ponerse en la piel de una niña, pero Harper Lee lo consigue con creces. No le da más importancia al tema del juicio que otra niña en su situación. Así pues, el relato no se centra solo en este tema sino que también abarca las fantasías, las dudas, los enfados, los miedos, los amistades, las enemistades y el crecimiento de una niña normal y corriente. También adapta un vocabulario sencillo y ágil en el relato, cosa que hace fácil la lectura de este libro.
Esta historia nos debería enseñar a ser críticos, a pensar, a tener nuestra propia opinión sobre las cosas y a no aceptarlas cuando no tienen sentido para nosotros, por mucho que la multitud insista en lo contrario. Porque la Historia ha demostrado una y otra vez que la gran mayoría de la sociedad no tiene ni la actitud, ni la independencia, ni la valentía que Atticus tiene en esta historia.
En conclusión, un clásico rápido de leer, pero cuyo mensaje no es solo contra el racismo sino también contra los estúpidos prejuicios que la sociedad mete en nuestra cabeza. La perspectiva de Scout aporta una sencillez en la forma de observar todo lo que sucede a lo largo de la novela que hace que el mensaje sea aún más tangible y directo. Sin duda voy a leer la secuela.
17 comentarios
¡Hola!
ResponderEliminarAiiins, este libro sigue en mi lista de pendientes. Y lleva allí una eternidad, así que a ver si cae este año. Que quedan dos meses y medio, es posible. En fin, creo que de tanto leer reseñas ya conozco un montón de detalles del libro, pero aún no conozco el libro D: Eso sí que es pecado, siendo uno de los libros que nunca faltan en las entradas o listas del tipo "libros que leer antes de morir"
En fin, ¡saludos!
Nea.
Hace relativamente poco que lo leí, llegué a él porque la autora era muy amiga de Truman Capota, y después de leer A sangre fría, no pude resistirme con este, y no me arrepentí. Sin duda, un gran libro que nos enseña mucho. Biquiños!
ResponderEliminarHola^^
ResponderEliminarSiempre he tenido ganas de leer este llibro, pero nunca me he temrinado de animar a hacerlo. Creo que la cosa seguirá siendo así, aunque estoy segura de que en un futuro lo leeré y lo disfrutaré, pues creo que es una historia que me gustará mucho.
un besote!
Lo leí a principios de este año y concuerdo con todo lo que dices, es un libro que además de estar bien escrito y ser interesante, habla sobre el racismo y sobre el pensamiento, sobre que no debemos juzgar a nadie, que hay que ser justos... me gustó mucho
ResponderEliminarTe recomiendo que veas la película, está muy bien :)
un beesito
PD. Ves como no somos TAAAAAAAAAAAN opuestos :)
¡Hola! Qué bien que has hablado un poquito de este libro, pues yo ahora mismo estoy como tú antes de leerlo, con ganas, pero postergándolo eternamente, y además, sin tener ni idea de qué podía ir. Pero gracias a ti tengo un poquito más claras las cosas y la verdad es que ahora estoy un pasito mas cerca de su lectura ^^
ResponderEliminarBeso!
Coincido totalmente con tu visión :) Curiosamente esta misma semana he publicado yo mi reseña del libro en mi blog, apuntando entre otras cosas a los prejuicios, tal y como tú mismo haces. Te recomiendo ver la película, que también es espléndida. Aunque le falten los matices que tiene el libro es una dignísima adaptación de la novela, y los papeles de Gregory Peck en el papel de Atticus, y el de Mary Badham en el de Scout. Estoy seguro de que la disfrutarás :)
ResponderEliminarExcelente reseña, la comparto.
Saludos,
Gabriel
P.D: Por si te interesa, te dejo el enlace a mi reseña: http://www.gabrielauz.com/matar-a-un-ruisenor/
¡Hola, Jan! No estaba segura de si leer este clásico o no, pero después de leer tu reseña me han entrado muchas ganas de hacerlo. Espero leerlo lo antes posible. ¡Un abrazo! :)
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada y la fotografía^^
La verdad es que yo también la he estado postergando demasiado tiempo y ya es hora de hacerme con un ejemplar, y no me importaría comprarme uno como el tuyo.
¡Un saludo!
Una gran reseña para un gran libro. Tengo pendiente la secuela, pero tengo un poquito de miedo, por si no está a la altura.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues yo aún no lo he leído porque tenía miedo a que fuera a decepcionarme, pero por lo que dices, seguro que me gusta. Me lo apunto^^
ResponderEliminarEs un muy buen libro pero no se si llegare a leer el siguiente, que es un borrador sin editar y pues no sé
ResponderEliminarLa leí este verano y me pareció muy buena novela.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo, es excepcional... me encanta la narradora, y la forma que tiene Atticus de criar a sus hijos. Una novela preciosa.
ResponderEliminarBesoos!!
Hola :D
ResponderEliminarOh, no lo he leído. Iba a leerlo este año, claro. Como cien mil libros más. :)
Lees libros muuuuy interesantes *__*
¿Podrías hacer un resumen de tus lecturas o algo parecido?
Bueno, una idea simplemente. :3
Besos.
¡Hola!
ResponderEliminarEs un libro que tengo ganas de leer desde hace mucho tiempo, y a ver si me animo pronto con él. Me animas bastante con tu reseña, y me gusta que su mensaje no solamente sea contra el racismo, si no también contra los prejuicios.
En mi caso, no tengo muy claro que lea la continuación, ya que estoy leyendo críticas bastante negativas. Estaré atenta para ver que te parece a ti.
Un beso
Ahora mismo estoy revisitándolo a través del audiolibro y disfrutándolo tanto o más que cuando lo leí :)
ResponderEliminarYo lo leí hace unos meses por el boom del "nuevo" libro que había salido y también me encantó. Desde luego es un clásico imprescindible.
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