Lolita, de Vladimir Nabokov
8.7.15"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.
Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un pie enfundado en un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos los pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos fue siempre Lolita"
¿Tuvo Lolita una precursora? Naturalmente que sí. En realidad, Lolita no hubiera podido existir para mí si no me hubiera gustado tanto Oso de Marian Engel, aunque sería injusto obviar todas las pequeñas casualidades e indicios que me llevaron a Lolita; recomendaciones de otros blogs, las obras que ha inspirado este clásico, el reto organizado por Serendipia (con la recomendación específica del blog Anna y los libros). De hecho cualquier diría que los planetas se habían alineado y que el mundo entero conspiraba para que acabara leyendo este libro. Pueden confiar en que la prosa de los lectores morbosos sea siempre elegante. Señoras y señores del jurado, la prueba número uno es esta commentaire de Lolita, de Vladimir Nabokov.
Con más temor a la decepción que altas expectativas empecé este libro sin saber que estaba entrando a la gueule du loup, lo empecé esperándome una historia muy diferente de la que me encontré. Por lo que cabe preguntarse, ¿qué es Lolita? Es el diario de Humbert Humbert, un profesor cuarentón que siente atracción sexual por las preadolescentes atractivas a las que él llama nínfulas. Cuando conoce a Dolores Haze, la hija de doce años de su arrendadora, nace en él lo que algunos lectores califican de amor y otros de terrible obsesión. La historia de esta relación intensa y obscena, narrada en primera persona por Humbert, es Lolita.
Pederastia. Del griego παιδεραστία, paiderastía (siendo páis o paidós muchacho o niño y erastês amante). Aunque el origen del término no se asociaba a abuso alguno -sencillamente era una relación entre un adolescente y un adulto- hoy en día significa abuso sexual infantil, es decir, toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder. En España el Código Penal lo regula en el artículo 183 (como mínimo pena de entre dos y seis años de prisión). Es un problema mundial y multicultural que todas las leyes persiguen, el capricho sexual de estos sujetos arruina vidas e infancias de muchos niños.
Pero en la geule du loup, atrapado entre la obsesión íntima e ilimitada del narrador y la voluble y desamparada Lolita el pobre lector no tiene más remedio que dejarse llevar por el remolino de lujuria prohibida, el incesto, los remordimientos, los moteles sucios y remotos, los kilómetros y las huidas. El narrador se justifica, intenta redimir su pecado, hacer feliz a su pájaro enjaulado.
Los detalles y la descripción impregnan el relato de una verosimilitud que me llevó a leer la biografía de Vladimir Nabokov para cerciorarme que la historia no estaba basada en hechos reales. Abundan las expresiones francesas (el narrador antes de llegar a Estados Unidos nace y crece en Suiza) y las divagaciones literarias que hacen, si es posible, aún más intenso el relato. El ritmo de la historia es muy irregular; hay partes que son lineales y no sucede nada y momentos en los que todo se precipita a una velocidad que pondrá los pelos de punta al lector y que termina por desembocar en un violento final que dejará al lector con la boca abierta, como despertando de unsueño pesadilla.
Pour conclure, señoras y señores del jurado, me declaro culpable de haber caído rendido ante esta historia. Aunque siempre me he sabido un lector algo morboso, pues me gusta leer novelas que trascienden los límites morales de nuestra sociedad, la historia de Humbert Humbert me ha impactado, este libro no es de los que se olvidan fácilmente. Solo falta rogarles que esta prueba número uno sea aceptada, recomendarles encarecidamente su lectura y esperar pacientemente su sentencia.
Con más temor a la decepción que altas expectativas empecé este libro sin saber que estaba entrando a la gueule du loup, lo empecé esperándome una historia muy diferente de la que me encontré. Por lo que cabe preguntarse, ¿qué es Lolita? Es el diario de Humbert Humbert, un profesor cuarentón que siente atracción sexual por las preadolescentes atractivas a las que él llama nínfulas. Cuando conoce a Dolores Haze, la hija de doce años de su arrendadora, nace en él lo que algunos lectores califican de amor y otros de terrible obsesión. La historia de esta relación intensa y obscena, narrada en primera persona por Humbert, es Lolita.
Pederastia. Del griego παιδεραστία, paiderastía (siendo páis o paidós muchacho o niño y erastês amante). Aunque el origen del término no se asociaba a abuso alguno -sencillamente era una relación entre un adolescente y un adulto- hoy en día significa abuso sexual infantil, es decir, toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder. En España el Código Penal lo regula en el artículo 183 (como mínimo pena de entre dos y seis años de prisión). Es un problema mundial y multicultural que todas las leyes persiguen, el capricho sexual de estos sujetos arruina vidas e infancias de muchos niños.
Pero en la geule du loup, atrapado entre la obsesión íntima e ilimitada del narrador y la voluble y desamparada Lolita el pobre lector no tiene más remedio que dejarse llevar por el remolino de lujuria prohibida, el incesto, los remordimientos, los moteles sucios y remotos, los kilómetros y las huidas. El narrador se justifica, intenta redimir su pecado, hacer feliz a su pájaro enjaulado.
Los detalles y la descripción impregnan el relato de una verosimilitud que me llevó a leer la biografía de Vladimir Nabokov para cerciorarme que la historia no estaba basada en hechos reales. Abundan las expresiones francesas (el narrador antes de llegar a Estados Unidos nace y crece en Suiza) y las divagaciones literarias que hacen, si es posible, aún más intenso el relato. El ritmo de la historia es muy irregular; hay partes que son lineales y no sucede nada y momentos en los que todo se precipita a una velocidad que pondrá los pelos de punta al lector y que termina por desembocar en un violento final que dejará al lector con la boca abierta, como despertando de un
Pour conclure, señoras y señores del jurado, me declaro culpable de haber caído rendido ante esta historia. Aunque siempre me he sabido un lector algo morboso, pues me gusta leer novelas que trascienden los límites morales de nuestra sociedad, la historia de Humbert Humbert me ha impactado, este libro no es de los que se olvidan fácilmente. Solo falta rogarles que esta prueba número uno sea aceptada, recomendarles encarecidamente su lectura y esperar pacientemente su sentencia.
14 comentarios
A mí no me acabó de gustar, supongo que me esperaba otra cosa porque la película me gustó mucho, pero no pude con Humbert Humbert. No descarto una relectura en un futuro por eso.Me llama mucho "Oso" , le tengo el ojo echado, a ver si me animo pronto. Besos!
ResponderEliminarPor cierto no sw que pasaba con Alizee que a todos os volvía locos xD
ResponderEliminarCon esta novela tengo sentimientos encontrados. Por un lado quiero leerla porque al fin y al cabo es un clásico de casi obligada lectura, pero por otro el tema me resulta incómodo, y no se si demasiado como al final decantarme por su lectura. Veremos
ResponderEliminarBesos
Sé que es un clásico entre clásicos, pero es que no me apetece nada leerlo
ResponderEliminarme da la sensación de que le cogeré manía o terminaré odiándolo, porque es un tema que no me gusta nada..
un besote
Yo empecé a ver la película y me estaba gustando, así que la pausé y decidí ponerme con el libro para no estropearme la experiencia. Me pasó un poco como a ti: yo veía que la relación, la situación que se nos describía era ¿repulsiva? ¿repugnante? ¿antinatural? y, aun así, caí enamorada de la prosa de Nabokov, porque logró que apartase mis prejuicios y disfrutara de la obra plenamente.
ResponderEliminarUn placer leer la reseña ^^
Besos
A mí también me gusta lo morboso. Aunque de esta novela he leído todo tipo de reseñas, y alguna que otra la califica de lenta...Supongo que terminaré leyéndola, pero no sé cuándo.
ResponderEliminarUn saludo!
A mi me encanta, es de mis libros favoritos.
ResponderEliminarMe llama la atención desde hace tiempo. Aunque no está entre mis lecturas inmediatas, le haré hueco. Besos.
ResponderEliminarYo también me declaro culpable de haberlo disfrutado. Sé que es un tema horrible si lo miras desde fuera, pero consigue explicarlo de tal forma que no te parezca mal, incluso lo hace romático. Acabas muy confuso contigo mismo XD
ResponderEliminarHola^^
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leerlo, aunque no estoy segura de vaya a disfrutarlo tanto como se merece, pero bueno, espero conseguirlo y leerlo pronto.
besos!!
Ganas de leerlo incrementando!! Llevo ya varios meses rondándolo y no me lanzo por seguir con mi larga lista de espera, pero creo que de aquí a poco subirá posiciones.
ResponderEliminarPor cierto me parece importante recordar que no es lo mismo Pederastia que Pedofilia. Dos palabras que hoy se usan casi como sinónimos, pero que no significan lo mismo.
Saludos!!
Creo que uno de los puntos fuertes de este libro (al igual que Oso, de Engel) es precisamente esa verisimilitud que mencionas, y porque pese a que la pederastia nos resulta repulsiva a todos, Nabokov consigue que leamos admirados de cómo lo cuenta...
ResponderEliminarUn abrazo
"Lolita, luz de mi vida, pecado mío, alma mía..." Ah, es una de mis novelas preferidas de todos los tiempos. La recomiendo muchísimo. Me alegro que te haya impresionado. Bss
ResponderEliminarUno de mis eternos pendientes =)
ResponderEliminarOstras... esa canción tiene mil años! Nos la hizo aprender la profe de francés en el instituto xD
Besotes