Mi madre, de Richard Ford
18.7.14
"No hubo en su vida nada particularmente brillante, nada notable. Nada heroico. Ningún logro honorífico que ensanchara el corazón. Se daban bastantes factores negativos: una niñez que no merecía ser recordada; un marido al que amó para siempre y al que perdió; a continuación, una vida que no requiere ningún comentario. Pero, de alguna manera, hizo para mí posibles mis afectos más verdaderos, como los que una gran obra literaria conferiría a su lector devoto. Y conocí con ella ese momento que todos querríamos conocer, el momento de decir: "Sí, las cosas son así". Un acto de conocimiento que confirma el amor. Conocí eso. Conocí muchísimos momentos como ése con ella, los conocí incluso en el instante en que ocurrieron. Y ahora. Y, supongo, los conoceré siempre."
Siempre me ha impresionado la fuerza y resistencia que demuestra el amor de una madre por su hijo. Un amor ilimitado, genuino y natural que brilla en mil detalles cotidianos que muchas veces, a los hijos, nos pasa desapercibido. Además, desgraciadamente, se trata del amor menos recíproco que existe. Mientras que las madres lo dan todo para la felicidad de sus hijos, éstos muchas veces se aprovechan de este amor, o no lo tienen en cuenta, o se olvidan de que sus madres también tienen que ser cuidadas. Y el tiempo pasa y, con él, las oportunidades de escucharla, de hablar con ella, de ayudarla, de decirle un sencillo "te quiero, mamá" cada día. Hoy os traigo Mi madre, de Richard Ford.
Mi madre es un libro muy corto, no llega a las cien páginas. En él, el famoso escritor estadounidense Richard Ford, autor de novelas como Canadá, nos habla de su madre. Y lo hace sin hacer un retrato detallado y minucioso de sus circunstancias, resultado de una exhaustiva investigación histórica, ni tampoco de una forma excesivamente novelada. La verdad es que no se me ocurre ningún tipo de escritura para abarcar lo que contiene este libro. Ford nos describe a su madre desde su subjetiva y parcial perspectiva, a través de sus recuerdos y con sus respectivas lagunas y misterios.
El lector no tarda en notar en el tono del transparente narrador el arrepentimiento por la poca relación materno-filial que mantuvieron. El padre de Richard murió muy joven y esto hizo que su madre, Edna Ford, tuviera que tirar adelante como pudo. Ford hace un repaso desordenado por los recuerdos que mantiene de su madre incluyendo dudas, inquietudes y reflexiones a posteriori de su relación y los errores e injusticias que cometió en su momento con ella. El amor de su madre hacia él y los remordimientos por no haber estado a la altura de tanto amor impregna cada palabra del libro.
Mi madre es un emotivo adiós con una sencillez estilística que encoge el corazón del lector. Podría ser perfectamente el discurso de Ford en el día de su funeral. Una lectura muy recomendada. Se puede leer cómodamente en un solo día, pero te acompaña para siempre.
(Esta reseña va dedicada a todas las incansables madres que, sin buscar reconocimiento alguno, día a día lucháis por la felicidad de vuestros hijos. Especialmente a mi madre, la mujer más fuerte del mundo. Y, cómo no, a Patricia, del blog iPensamientos de Patri, ¡que ya es madre! Espero que las primeras semanas con Carlota estén marchando fenomenalmente, aunque no puede ser de otra forma con una niña tan bonita.)
Siempre me ha impresionado la fuerza y resistencia que demuestra el amor de una madre por su hijo. Un amor ilimitado, genuino y natural que brilla en mil detalles cotidianos que muchas veces, a los hijos, nos pasa desapercibido. Además, desgraciadamente, se trata del amor menos recíproco que existe. Mientras que las madres lo dan todo para la felicidad de sus hijos, éstos muchas veces se aprovechan de este amor, o no lo tienen en cuenta, o se olvidan de que sus madres también tienen que ser cuidadas. Y el tiempo pasa y, con él, las oportunidades de escucharla, de hablar con ella, de ayudarla, de decirle un sencillo "te quiero, mamá" cada día. Hoy os traigo Mi madre, de Richard Ford.
Mi madre es un libro muy corto, no llega a las cien páginas. En él, el famoso escritor estadounidense Richard Ford, autor de novelas como Canadá, nos habla de su madre. Y lo hace sin hacer un retrato detallado y minucioso de sus circunstancias, resultado de una exhaustiva investigación histórica, ni tampoco de una forma excesivamente novelada. La verdad es que no se me ocurre ningún tipo de escritura para abarcar lo que contiene este libro. Ford nos describe a su madre desde su subjetiva y parcial perspectiva, a través de sus recuerdos y con sus respectivas lagunas y misterios.
El lector no tarda en notar en el tono del transparente narrador el arrepentimiento por la poca relación materno-filial que mantuvieron. El padre de Richard murió muy joven y esto hizo que su madre, Edna Ford, tuviera que tirar adelante como pudo. Ford hace un repaso desordenado por los recuerdos que mantiene de su madre incluyendo dudas, inquietudes y reflexiones a posteriori de su relación y los errores e injusticias que cometió en su momento con ella. El amor de su madre hacia él y los remordimientos por no haber estado a la altura de tanto amor impregna cada palabra del libro.
Mi madre es un emotivo adiós con una sencillez estilística que encoge el corazón del lector. Podría ser perfectamente el discurso de Ford en el día de su funeral. Una lectura muy recomendada. Se puede leer cómodamente en un solo día, pero te acompaña para siempre.
(Esta reseña va dedicada a todas las incansables madres que, sin buscar reconocimiento alguno, día a día lucháis por la felicidad de vuestros hijos. Especialmente a mi madre, la mujer más fuerte del mundo. Y, cómo no, a Patricia, del blog iPensamientos de Patri, ¡que ya es madre! Espero que las primeras semanas con Carlota estén marchando fenomenalmente, aunque no puede ser de otra forma con una niña tan bonita.)
7 comentarios
Me apunto el libro y que bonito el mensajito :)
ResponderEliminarLo he tenido en varias ocasiones en las manos y he terminado dejándolo. Pero la próxima vez que lo tenga, se viene conmigo. Me has dejado con ganas.
ResponderEliminarBesotes!!!
La verdad que no sé como de fuerte seré para leer este libro, porque me tiene pinta que aunque sea cortito, te llega bastante dentro, me lo apunto para cuando me vea con fuerzas ;) gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn besiño
Me pasa como a Margari, me lo plantee varias veces y al final nunca lo cogí. Quizás ahora en verano no sea el momento (para mi) pero lo dejo bien anotado para un poco más adelante. Besos
ResponderEliminarMe lo apunto, que ya me has picado y, como dices que se lee en un día, se le puede hacer un hueco fácilmente.
ResponderEliminarBesos
Yo también lo apunto. Seguro que removerá mi alma, por ser hija y madre a la vez. Gracias!
ResponderEliminarEl libro, sin pensarlo, me lo apunto! Y mil millones de gracias por esta mención. Ahora que soy madre entiendo eso del amor absoluto sin esperar nada a cambio.
ResponderEliminarMuaaaaaaas