Oso, de Marian Engel

10.5.15


"- Oso, oso- susurró, acariciándole las orejas. La lengua, no solo musculosa sino también capaz de alargarse como una anguila, encontró todos sus rincones secretos. Y, como la de ningún ser humano que hubiera conocido, perseveró en darle placer. Al correrse sollozó, y el oso le enjugó las lágrimas."

El placer de quedar hechizado con un libro. Estás paseando por la librería, observando con atención las estanterías abarrotadas de libros. Te paras; has visto algo. Ese libro, con esa bella portada, de esa editorial que es de fiar. Lo coges, lo miras, lees la sinopsis, te sorprende; te tiene. Esto es lo que me pasó con el libro que os traigo hoy. Es una lectura diferente y la verdad es que empiezo esta reseña sin saber cómo va a acabar. Hoy os traigo Oso, de Marian Engel.

Conocemos a Lou, una bibliotecaria joven y retraída que trabaja clasificando documentos y mapas. Su vida cambia cuando el director le adjudica la labor de clasificar los libros que conforman la gran biblioteca de la casa que un coronel ha legado al instituto, junto a la isla donde se encuentra. Lou, contenta de huir de las sombras de su despacho hace las maletas y se va del bullicio de Ottawa, se retira al norte de Canadá, la exultación de la naturaleza.

Allí conoce a Homer y a su hijo, que la llevan en barca a la isla y la ayudan a instalarse en la casa. Antes de irse la advierten de que el coronel tenía una mascota, un oso, y que sigue allí. Cuando se van se hace el silencio, y mientras Lou trabaja en clasificar la biblioteca de la casa, la soledad que la ha acompañado durante toda su vida la oprime y el oso la observa con una mirada triste desde su establo. Poco a poco y progresivamente ella y el oso van tejiendo una relación cada vez más y más íntima.

Y cuando digo íntima, ¿qué entendéis? No, no sois mal pensados, habéis acertado. Lou, la protagonista de esta historia, es tan zoófila como Humbert Humbert, de Lolita, es pedófilo. Son amores prohibidos, indecentes a ojos de la sociedad y que, ojo, comparto hasta la médula. Sin embargo, al igual que Lolita, el lector sufre en esta lectura un dualismo en el pensamiento. Por un lado encuentra monstruosos, asquerosos y enfermizos los deseos sexuales del / la protagonista. Pero por otro lado, al ser narrado en primera persona la conciencia de estar haciendo una locura que se aparta de lo ético y moral, el deseo incontrolable y la pugna entre ambos que existe en el interior del protagonista se viven directamente por el lector.

La narración es suave y tranquila, tan silenciosa y discreta como su protagonista y en ocasiones llega a ser erótica. Había momentos en los que me recordaba mucho al estilo de Alice Munro -autora también canadiense que, como Margaret Atwood, Margaret Laurence o Robertson Davies alabaron este libro-. Coincido de alguna manera con lo que dice este último de Oso: "una novela obscena y extraña. Uno de los títulos más hermosos y significativos de la literatura canadiense". Esta contradicción es la que se vive en esta lectura. Si me extraigo de la mágica atmósfera del libro lo encuentro horroroso, pero cuando respiro el aire estupefaciente de las palabras de Engel siento este amor imposible, truncado por la imposibilidad biológica, por una distancia insalvable.

Cuando Marian Engel publicó Oso en Canadá supuso todo un escándalo y, aun así, ganó el Governor General's Literary Award for Fiction en 1976. Fue la primera mejor en tener un asiento en la junta directiva del sindicato de escritores de Canadá y en 1983 fue nombrada Oficial de la Orden Canadiense. Tres años después fallecía de cáncer en Toronto.

En conclusión, este libro no es fácil de recomendar. La narración es sencillamente increíble, pero el contenido sin duda no es para todos los públicos. Una historia muy rompedora, solo apta para mentes abiertas que estén dispuestas a escuchar -que no significa estar de acuerdo- y a no juzgar a la protagonista. Aunque en estilo difieren por completo, si os gustó la obra maestra de Nabokov estáis preparados para esta.

14 comentarios

  1. Desde luego es una trama muy arriesgada, y tiene que estar muy bien escrita para poder ser leída sin tanta incomodidad. Sin duda me lo apunto como lectura pendiente.

    Besooss!!

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  2. Guau, no me esperaba eso, sin duda. Nunca imaginé que sería capaz de leer una novela con una trama así, pero de alguna forma, me llamó la atención. Tampoco he leído Lolita, y junto con este libro, se tratarán de esas dos lecturas que espero realizar algún día. Espero... atreverme, y experimentar. Me resultó muy extraño, pero, ¿por qué no?

    Muchas gracias por la reseña, lo necesitaba leer. Creo que no encontraría ninguna reseña por los blogs que sigo, ya que suelen reseñar libros de otras editoriales. Así me lo compraré sabiendo lo que me puede esperar, y luego no me quejaré. ;)

    ¡¡TU FOTO!!*__________* Me imagino a una persona en un parque haciendo fotos a un libro, y no sé lo que pensaría jajajajajaja. A mí por lo menos me llamaría la atención, ¡me gusta hacer fotos a los libros! Pero, ¡no salen así... como las tuyas! :D

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  3. No me gustó "Lolita" ni "El pájaro pintado" en el que me hizo pensar tu reseña. Creo que son libros escritos para escandalizar, causar mucho revuelo para que se hable de ellos, y así para que vendan. Me gustan mucho las novelas ambientadas en el norte de Canadá: Crummey, Zentner, Proulx...
    besos

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  4. Yo lo he leído y me pareció asombroso.

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  5. Yo lo he leído y me pareció asombroso.

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  6. Me llama mucho la atención visualmente cada vez que me encuentro con este libro, pero no me he parado a enterarme de qué va y me ha sorprendido. No me importaría leerlo. Un saludo!

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  7. Magnífica reseña Jan. Es curioso cómo nos inquieta cuando leemos sobre relaciones que nos parecen "al margen", antinaturales y sin embargo el autor consigue que nos parezcan naturales... Tengo el libro en casa porque me llamó la atención desde el primer momento. Ayer tuve ocasión de charlar con Enrique Redel, el editor de Impedimenta y, desde luego, está encantado con el libro, aunque medio nos destripó el final, jajajja..

    Un abrazo

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  8. Esta vez me quedo solo con tu foto, que el título no me convence (¡y eso que es de Impedimenta!). Bss

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  9. Yo me quedo con tu reseña, que es magnífica. No dudo que sea un libro bien escrito y cuidado, pero creo que soy un poco anticuada para esos amores imposibles. Creo que no lo leeré.

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  10. No sé si esta reseña es para mi. Quizás si lo intente con Lolita, ya sabes el olor a clásico me llama más! A ver como acabo.

    Saludos!!

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  11. Mmmmm... a la saca. Hay determinadas editoriales (Impedimenta, Salamandra, Valdemar, Gigamesh) de las que leería absolutamente todo =)

    Besotes

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  12. No sabía bien de que trataba, sólo había visto el título y la portada y una opinión no tan clara de alguien que lo leyó. Pero con tu reseña ha terminado llamando mucho mi atención y espero poder leerlo algún día. Y ya que me gustó, no, más bien, amé Lolita seguro no tendré problemas con este.
    Besos.

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  13. Dios bendito, no has entendido nada en absoluto. No es una historia de amores truncados, ni imposibles, ni deseos irreprimibles, y en absoluto es una movida erótica. Por favor, deja de tirarte el pisto de estas maneras. Es un libro muy difícil de entender. Hay simbología fáciles, como tu dices, la exultación de la naturaleza es obvia, y otras más complejas, las que nos muestran a dónde va el viaje interior de la protagonista. Yo reconozco que no termino de comprender qué nos quiere decir en conclusión. Te has quedado en lo superficial de la forma más absurda. Un saludo

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    1. Gracias, Raquel, por iluminarnos a todos con tu sabiduría absoluta y tu comprensión lectora que llega a cotas a las que el resto de Humanidad no podemos acceder. Aunque no hayas querido compartir con nosotros qué es exactamente lo que no he entendido, gracias por iluminarnos tanto.
      Un saludo.

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